viernes, julio 27, 2007

DANZA



Intento serenar mi espíritu, comprender y orientar mis emociones de la forma más favorable para todos.
Maravillosa película “Danzad, danzad malditos”, la vi varias veces, en mi juventud, cuando inicié la siembra de mi parcela.
La danza siempre presente en nuestro ritualismo más ancestral, desde la de la lluvia a los paloteaos pirenaicos, de las balinesas a las esquimales.
Quizá sea la manera en la invocamos ritualmente la devolución de energía a la naturaleza, después de todo no tenemos acumuladores.
Es lo que voy a hacer próximamente bailar para exorcizar mis fantasmas, mis muletas, para prepararme el camino del duro invierno que se avecina.
El invierno siempre es duro para mi, es el yermo de la preparación, la espera, la rutina asesina del amor.
Me proporciona gran emoción ser testigo, compañera en ocasiones, de los tímidos pasos al encuentro de la libertad, de la individualidad de quienes quiero, es necesario mirar los avances de los otros con absoluta nudez de intereses, con una mirada altruista en la que son ellos quienes encuentran su camino, su elección.
Estoy algo colmada de emociones diversas, necesito un paréntesis y me lo voy a conceder
Hoy vuelven mis hijas de la playa y el domingo celebro el cumple en familia, voy a dedicar a mis padres algo de atención, ya les toca