Hoy podría ser un día como otro cualquiera, pero le ha tocado inaugurar mes y año, hoy, 1 de Enero, es la "Calendas Ianuarius" romana.
Siempre es un lugar dificil de ocupar, el primero rompe el fuego, abre sendas que los posteriores numeros intentan aniquilar unos tras otros con avaricia.
He recibido el día y el año en un registro distinto, he trabajado esta última noche.
Por la tarde, no tenía nada que hacer pues no me tenía que arreglar y la cena la ponia la Institución, así que paseé a Elvis y me fui a trabajar a las 21,15h (el turno empieza a las 22h) para que mis compas se pudieran ir un rato antes.
El plan era de lo mas surrealista, cenabamos mi compa, yo y un vigilante de seguridad al que habiamos visto un par de veces.
El menú consistia en Alcahofas con marisco, Rape en salsa americana, dulces y uvas.
Es chocante cenar en una noche tan señalada con un desconocido de un total de tres comensales.
La cena estaba sosa y sabía a hospital, a la salsa americana le debió dar pereza cruzar el Charco, los dulces vulgares, las uvas bastas y con piel de rinoceronte.
Mi compa y yo, llevamos picoteo y dulces buenos.
Cené con asco, fue la primera vez, en casi 23 años que llevo trabajando, que como algo cocinado en la Institución.
No me quise significar llevando la cena de casa y como consecuencia he empezado el año haciendo limpieza, "purificandome", vamos, con diarrea.
El vigilante resultó ser un papanatas con escasa conversación, lo poco que habló delataba un pensamiento muy rigido para ser tan joven, nos lo sacudimos enseguida, dejamos que se acabara el cava y ya no se abrió ninguna botella más. ¡Feliz Año! y cada uno a su puesto.
A las 2, Marivi no podía dormir por culpa de la Pepsi que le habían dado en la cena, le hemos hecho un combinado de Tila y Non Stress, que es un mezcladillo de salvia, malva, tila y otras, se la ha tomado con mucha fe y ha dormido hasta las 7,45h de un tiron.
Mi día y mi año han empezado al llegar a casa, hacía un frio del carajo (-5ºC), Elvis estaba esperando, me ha colmado de mimos.
He correspondido a su efusividad sacandolo a la calle.
El cesped estaba helado, crujía bajo nuestros pies; desde arriba, el paseo aparecía amplio y desierto, poco a poco, el pálido sol ha ido tomando cuerpo de amarillo invernal.
Al fondo, un taconeo rápido, precede a la figura de una mujer joven vestida de fiesta, no lleva medias, la chica entra apresurada en un portal.
Al llegar a la fuente, un embozado vestido de camuflaje, cruza el paseo, Elvis le ladra.
De vuelta en casa, doy gracias no se a quién, por ser tan poco convencional para mi vida como soy, voy a comer pronto y de capricho, despues, contra toda costumbre anterior, me acostaré.
Agradezco no tener que ser la responsable de una comida familiar de Año Nuevo, el no tener que acudir tampoco a ninguna.
Empiezo el año sola.
No, igual que nací, no. Nací más sola, ahora cuento con la envidiable suerte de estar arropada, acogida y querida por unas buenas amigas.
Este primer día voy a disfrutar la soledad que me regala, para empezar cualquier cosa es esencial estar con uno mismo, y a eso voy.
Un deseo: que sepamos extraer y aprovechar de este año lo mejor y lo peor que tenga
Besos primeros y principales
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