Me siento fatal, más que mal y no es solo por dinero.
La vida se va cobrando las facturas, rasura el orgullo, lija la soberbia, las lecciones de humildad van llegando y afortunadamente puedo leer sus claves, lo cual no me consuela, solo me tranquiliza para encarar este presente-futuro que me toca en suerte.
Habitualmente no abro la correspondencia, la verdad, solo me escribe el banco y la DGA cuando me manda la nómina, no haría ninguna falta que me mandaran tantos recibos pues sigo mis finanzas desde el cajero, esta semana recibí un resguardo para recoger un certificado en correos y una carta, todo ello de mis abogados.
El certificado aun no me he atrevido a ir a recogerlo, la carta me dejó tiesa literalmente, estaba convencida que ya había liquidado sus honorarios que me parecieron razonables, acordes con mi economia pauperrima, (aun así, lo pagaron mis padres, yo no tenia un clavel), bueno pues les debo 1.900 € más.
Uff, uff, uff, el nudo en el estomago me atosiga, me da nauseas.
A pesar de la sentencia, mi ex ya no ha pasado nada el primer mes, le he dado varios toques de aviso que ha respondido infantilmente como siempre, desde la indignación a la pena, desde el centro de su gran ombligo.
Si esta semana no ingresa lo embargaré.
Aun así, no reuno el dinero al menos en tres meses, con la boca y el deseo cosidos a repulgo.
Me he replegado, buscando posibles soluciones, concienciandome de que mi espiral es un ouroboros, se inicia nada mas terminar, enlaza el principio y el fin.
Tres días he evitado hablar con mi madre para que no me notara nada en la voz, me percibe extrasensorialmente y no me gusta, soy demasiado mayor para que me sigan resolviendo la vida mis padres.
Como no podía ser de otro modo mi madre notó algo y se alarmó, teme que tenga depresion, que me hunda como la otra vez, no logro explicarle que eso ya no me pasa, que era angustia ante un obstaculo vital que creia condenatorio e irresoluble.
Vuelvo a ser dueña de mi vida y de mis relaciones y por mal que lo haga eso no me produce angustia, me siento capaz de vivir desde la independencia y la responsabilidad, por eso me molestan tanto las remoras materiales que enlentecen mis planes.
Mi madre resolvió la cuestión en una hora, habló con los abogados les dijo que no volvieran a molestarme, que les pasaran la factura a ellos, me llamó y me dijo que durmiera tranquila que ya estaba resuelto.
Lo que por una parte me descarga y me hace sentir querida (la deuda económica), por otro me pesa, seguir siendo una carga para mis padres, no ser yo la que en mitad de mi vida les facilite la suya, como madre lo entiendo perfectamente, como hija me duelo.
Soy mujer practica, he resuelto recoger poco a poco el importe de mi deuda y una vez reunido devolverlo, se que para ellos no es necesario ni importante, pero para mi si.
Besos descargados
martes, mayo 01, 2007
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