He aqui una de la imagenes de los alrededores de Huesca que intenté captar con luz de Hopper, el Sol se está desperezando aún.
Ha sido este, un fin de semana muy apretado de actos. El sábado comida en la peña, bajé a la una del mediodía y subí cerca de las tres...de la madrugada.
No estuve incomoda, pero me sentí ajena, como si algún vínculo se hubiera quebrado, preferí jugar a la charla. No estoy pa saber mucho de los demás, que bastante tengo con lo mío.
Lo mejor, el final en el Connemara, aunque no me gusta gorrear y yo no podía -puedo gastar este mes ni un céntimo en alegrías, me invitaron M y J, lo paso bien con ellos, aunque siempre se nos hacen las mil.
El domingo, mal dormidas, la peque y yo nos fuimos a comer con mi madre
Era su santo y en la iconografía familiar se situa al lado de la comida de Navidad, nunca he faltado a ninguna de ellas.
No hubo discusiones, ni malos rollos.
Mi hermana y su familia vinieron, despues de 17 años sin hacerlo, fue todo muy correcto, despues supe que mi madre había aleccionado previamente a mi padre y a mi hermana para que determinados temas no salieran.
No solo no me importó, sino que incluso lo agradecí.
¡Que cada palo aguante su vela!
Ayer fue un domingo "borde" en toda regla, madrugué con Elvis, limpié un poco, poco, cociné, vagueé y repasé las que me habían parecido "maravillosas ideas" para los ejecicios del taller.
Ahora las veo simples, átonas y carentes de interés. Intentaré trabajar hoy en ellas.
Así es la vida, ya lo decía el poeta, todo es según el color del cristal con que se mira.
Este Otoño me ha traído energías nuevas "Eadem mutata resurgo", centros de interés que estaban en letargo dentro de mi, andan desperezandose, sin prisa y sin pausa.
¿Será cierto que la penuria (aunque solo sea económica) estimula la creatividad?.
Besos expectantes,
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