Hace dias que no escribo, ni por falta de tiempo, ni de ideas sino por pura "pereza narrativa" en su máxima expresión, se apodera de mi voluntad la certeza de que la comprensión no sólo es suficiente, sino que es lo máximo, y entonces...pues, solo pienso y comprendo.
Son parentesis que renuevan mi circulación mental, como las tormentas, impregnan mis sentidos de olor a Ozono.
Londres me ha cautivado, es una ciudad sorprendente y cosmopólita. Volveré.
Mantuvimos en semisecreto el viaje para que la reptil no intentara colarse en el equipaje, sabiamos que al regreso notariamos su venganza por el desaire.
Superada la prueba, hasta el otoño no la tendré cerca.
Se suceden los cambios en la vida y apenas lo percibimos, mi pequeña ha hecho hoy su último examen de bachiller, mi mayor está en segundo-tercero de una carrera imposibe, Lucia tiene cuatro meses, casi cinco, y el viernes hará un año de la estupida muerte de Eugenia.
Intento acabar con las barreras y los pasos a nivel que tantos accidentes causan, los nuevos tiempos requieren medios inéditos.
jueves, mayo 14, 2009
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