viernes, junio 23, 2006

TORNADO

Mi mundo gira como un tornado, no se que hacer.
Dicen que si te mantienes quieto y sereno te engulle y luego te expulsa, te vomita de nuevo a la tierra, en ocasiones te abandona a muchos km de distancia. Siempre son imprevisibles los tornados.
Cuando percibí su cercanía, pensé cerrar los ojos, dejarme llevar, abandonarme a su vorágine, relajarme en la cadencia de su envoltura, volver a la posición fetal para abrir de nuevo los ojos cuando las condiciones cinestésicas fueran las adecuadas.
Una vez, vi una foto que captaba la ascensión de unas inocentes vacas a los cielos mientras eran absorbidas por un tornado, a las pobres se les descalabraban las patas, los ojos y hasta la cabeza.
Estoy aprendiendo que a la Naturaleza hay que dejarla actuar, saber leerla y aprender, escribirla con tinta de oro en el libro de nuestro conocimiento interno y en el colmo de la perfección, intentar compartirla con humildad,
Otras veces percibo, que esto, es una partida de ajedrez en la que sortean los papeles cada cierto tiempo, parte del juego consiste en que te cambian el rol sin aviso previo, tan pronto eres peón, como al instante siguiente eres álfil, caballo, rey muerto o reina blanca. Hay que conocer bien las reglas del juego (que se aprenden jugando), estar atento a la posición ocupada en el tablero, estar avizor a los cambios de papel y prever al contrincante. Por eso debe ser tan difícil todo, se aprende sobre la marcha.
Admiro ( o envidio) a aquellos seres que nacen sin necesidad de saber, de conocer, que viven aceptando y que su felicidad es primaria, sencilla, les viene dada.
Admiro la suerte de aquellos que no añoran nada porque su pequeño mundo les basta. Si me reencarno me pido ser así.
Todo es paradójico, me siento muy diferente a los otros, simultaneamente pienso que cada uno de ellos se siente singular, y lo es, sin embargo ese es otro de los comunes denominadores que conforman la especie.
Besos cónicos. (torneados, versátiles)


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