A propósito de cómo las personas nos amargamos la vida constantemente y como se repiten los esquemas conductuales en el genero humano, explicaba una psicóloga en la radio un curioso síndrome muy frecuente; “La profecía que se cumple a si misma”, el individuo teme que algo le suceda, piensa que le va a suceder inevitablemente y... le sucede. Decía la psicóloga, que ante un pensamiento negativo, nuestro inconsciente elabora conductas que nos precipitan hacia lo temido en lugar de evitarlo. Podría ser un buen argumento para un libro de Auto-ayuda, esta tesis es la base de la filosofía positivista tan de moda hoy. Si en lugar de permitir el paso a los pensamientos negativos, los sustituimos por positivos, la profecía también se cumple a si misma. ¿Cómo se hace?. Con paciencia, miles de cosas negativas pasan por nosotros al cabo del día, de muchas no somos ni conscientes; cuando reparemos que estamos teniendo uno de estos pensamientos o sentimientos nos detenemos en el, lo reconvertimos mentalmente en una situación mejor objetivamente y los sustituimos por el negativo Si se quiere mayor nivel de exigencia, se puede reflexionar sobre las causas que nos han llevado a tener el pensamiento o sentimiento inadecuado y actuar sobre ello. Ejemplos: - la mamá que le dice al niño ¡que te vas a caer!, ¡que te vas a caer! Y el niño, por supuesto, se cae. - Cuando le digo a mis amigas PC y TT que encontramos aparcamiento en la puerta y lo encontramos Por extensión, esto avala una de mis teorías mas queridas: “Cada uno es el arquitecto de si mismo”; puede ser que el individuo no adquiera esta consciencia en toda una vida, estos están exentos de responsabilidad. Sin consciencia no tiene sentido el concepto responsabilidad. Algunas personas nacen con un nivel de consciencia que se va ampliando con la experiencia vital, otras lo hibernan, hasta que en un momento de sus vidas, despierta su consciencia del letargo (voluntario o no) y les increpa con fuerza. Partimos de la consciencia, de la responsabilidad ética ante uno mismo y ya se puede intentar ser el propio arquitecto. La siguiente dificultad es la relación con los otros, cada “otro” puede ser un arquitecto, un exento, un confundido, incluso una mala persona, que las hay. Vuelvo a la “Profecía que se cumple a si misma”, si enfocamos la relación con cualquier “otro” de forma positiva, aportamos el 50% de la misma, importante cantidad para iniciar cualquier cosa. Tengo un conocido que suele decir “La mala suerte me persigue y me alcanza”, la próxima vez que lo diga le aconsejaré que se detenga para que la mala suerte pase de largo Besos proféticos
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2 comentarios:
¿Quieres decir que es lo mismo que cuando se dice: "Me siento como una diosa", y va y se cumple?
Esssaaaasto querida, tu si que sabes de la Vida, besos,
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