martes, agosto 29, 2006

TIEMPO DE FRUTA

Llevar la mente por otros derroteros hace que se depositen las cosas en mi.
Ya se porque tengo miedo. Ya se porque lloro cada día.
Aunque el tiempo no exista, nuestra mente lo computa inexorablemente, somos criaturas finitas, dentro de un mundo que individualmente perece en cada generación, y sin embargo, se perpetua como especie en las siguientes.
Lo “vivo”, en nuestro mundo, nace, crece, se desarrolla, se reproduce, madura y muere; todo, todo, está sujeto a esta elemental norma. Es por eso que tengo miedo.
Las frutas deben cogerse en el punto adecuado, si se dejan madurar demasiado se estropean y se caen del árbol.
Tengo miedo que se me estropee la fruta al intentar protegerla, que esta protección no le permita madurar al sol, no se cuando es el momento exacto en que debo cogerla, temo que se estropee en la rama. Soy egoísta, quiero comerme la fruta en su punto, antes que se agrie.
Temo que se desvanezca ante mí, mi penúltima o ultima utopía por ignorancia o miedo.
El tiempo muerto desgasta, es cuna y abono de la erosión mas agresiva, el tiempo muerto es un cadáver y huele a putrefacción contaminante
Tengo miedo de la disincronía. Confío y deseo que la diosa Fortuna me mire y me sonría (aunque sea de reojo).

Besos.

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