jueves, noviembre 10, 2005

Actividad

Bonitos e intensos días de otoño, de sol tibio.
Salgo pronto, por la mañana y subo al autobús urbano, que me pasea por la ciudad y me lleva a rehabilitación.
Estoy teniendo muchas sensaciones, sentimientos, personas importantes en mi vida, últimamente, además de una intensa vida social.
Ayer tomé cinco cafés diferentes con personas muy queridas.
Antiguos y profundos afectos, casi ancestrales, vuelven a mi presente y los disfruto como nunca lo he hecho, como nunca me sentí capaz de disfrutar.
La conciencia de libertad está tan presente en mi, que ejerce de amplificador de todo mi ser. Querer, relacionarte, interesarte, vivir y hasta sufrir, tienen otra dimensión gracias al prisma de sentir y ejercer la propia libertad
Una querida amiga, de mi pueblo,(uno de los cafés), casi me emocionó, me dio las gracias por esta mi terapia, dijo que le había ayudado en algún momento y me agradeció la sinceridad, aunque, insinuó, con mucho cariño que me como un poco el tarro.
Este reencuentro me hizo feliz,¡¡ es increíble como da de sí una hora!!
Más tarde, disfruté de dos queridas amigas, las saboreé.
Hacia tanto, tanto, tiempo que no estábamos tan predispuestas a querernos como somos, a intimar en la cocina de una de nosotras, a decirnos sin temor que esta amistad nos retendrá siempre en su poder.
Años, los años y el afecto nos rodean, disfrutémosla, es nuestra
La tarde, aún dio para mucho más, acudí con una de mis amigas al Taller de Narrativa, creo que me va a gustar la experiencia, me gustó el grupo, muy heterogeneo, nada vulgar y bastante dinámico, algún ramalazo pelín agresivo de algunos. Bien.
Se filosofó ( algunas autojustificaciones), sobre porqué se escribe, si se escribe para un público o para uno mismo, me pareció una discusión un tanto primaria para un grupo veterano. Pero bueno, ahí se ve quién escucha, quién quiere un foro nuevo y muchas más cosas que no diré.
¿Qué más da para qué o quién se escriba?
Es una necesidad comunicativa, de expresión y de comprensión.
El gozo que proporciona leer algunos textos, bien porque te llenan la cabeza, el alma o ambas, porque te aportan el inigualable e intimo placer de descubrir, de imaginar, de conocer, es indescriptible
La escritura es la palabra y la palabra es el Principio del Ser, si tienes ese don, compártelo, es justo ¿o no?

1 comentario:

Begoña dijo...

Nos licuaremos en las palabras, y disfrutaremos de la imagen pasada y mil veces repetida hasta siempre de vernos, ser y estar juntas, entorno a una mesa, en una cocina. Besos. Teresa