viernes, noviembre 25, 2005

Hace unos días que no vengo por aquí, he estado algo revuelta.
Aún estoy inquieta.
Dentro de 4 días me incorporo a trabajar, después de 6 meses. Me resulta duro.
No por el trabajo, no por los compañeros y “compañeros”, no por los pacientes, sino por mi.
Cierto que vengo de aprender la lección más importante de mi vida hasta la fecha, pero queda la posdata, y a ello voy ¡¡con dos pelotas!! (que no tengo)
Duro será enfrentar mi mirada interior y ver que ya no es mi mundo como ha sido en los últimos 20 años, que aunque mi pasión por la locura perviva ya no es ese mi sitio.
Será un transito, lo sé
El trabajo es muy importante para mi, de hecho le debo mucho como persona y como profesional.
A pesar de todo la actividad sigue, como dice el dicho y “ la procesión por dentro”.
Continuo con mi intensa vida social, también el taller literario (me aburrí un poco y constate que estoy al nivel)
Ayer tuve una larga, larga conversación con mi compañero-hermano. Productiva e interesante.
Hablamos sin tapujos de nuestra relación, de cómo se había transformado y como debemos cuidar ahora esta amistad, de nuestros intereses comunes e individuales.
De nuestros deseos y de nuestros sueños, le conté que me haría ilusión vivir sola y se extrañó mucho, pero le pareció dentro de la línea. Incluso, preguntó si quería hacerlo ya, no, aún no es el momento
Hablamos sobre lo libre y feliz que se había sentido en Fuerteventura nada más llegar y una extraña anécdota que le impresionó mucho con una señora India.
Aprendiendo despacio, pero estamos en el camino.
Besos

1 comentario:

beite dijo...

Será el brandy, seguro y algo más