miércoles, noviembre 30, 2005

Último miércoles.Noviembre


Último día del mes, miércoles, san Andrés.
No se que tienen los miércoles que parecen haberse constituido en los días de recambio de pilas.
Mi compañero ya acusa la vuelta a la normalidad, su soma no tolera la atadura de la rutina, no hace todavía una semana que regresó de Fuerteventura,
Llegó serenamente eufórico, con la ilusión de que éste bienestar que traía iba a ser más duradero que otros.
Para él, fue una experiencia distinta, mucho más espiritual que otras, más introspectiva, fue bueno que fuera solo. Volvió con esa sensación de “consciencia”, no de iluminación, pero si de luz, con esa sensación de “haber visto las cosas claras” sobre uno mismo y poder actuar.
Un claro caso de una buena producción y circulación de endorfinas, pero demasiado efímero.
El viernes vuelve a irse, esta vez a Madrid.
El otro día comentaba,( ahora hablamos mucho y claro) como nos echaba de menos cuando se iba y cómo se ahogaba en cuanto no se iba. Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio.
Hoy se ha levantado cerca de las 12 y muy “cansado”, ya no es la primera somatización desde su vuelta.
Relato esto con el único fin de anotar los pasos pues luego se me olvidan, creo que he interiorizado tanto el proceso, que sólo soy capaz de verbalizarlo ante acciones concretas,
1- Ponte frente a ti mismo. Ponte realmente, frente a un espejo de cuerpo entero
2- Miráte despacio, de arriba abajo
3- Vuelve a mirarte, detenidamente, tu peinado, tu expresión, tu postura, tu ropa
4- Piensa si lo que ves corresponde con la imagen que tienes de ti mismo.
5- Vuelve a mirarte
6- Ahora piensa si la imagen que te devuelve el espejo corresponde a la imagen “que tú crees que tienen “ los demás de ti
7- No te mires más
8- Piensa algo que te gustaría ser, que te significara frente a ti mismo, algo que te reconociera.
9- No pienses más de dos aspectos (la ambición arruina las empresas)
10- Elabora una estrategia de VOLUNTAD, para conseguir tener esas cualidades.
11- Pacta contigo mismo reconocerte la verdad y poner el empeño necesario, aunque el fracaso sea el primer sabor.
12- Date el tiempo necesario y la victoria es tuya
¿Sencillo?
Ya se que suena a mensaje estandar de e-mail publicitario, no lo es.
Éste es mi método, bueno uno de ellos, el más duro, hasta que le pillas el tranqui, luego ya digo, se interioriza,así he ido domando mi voluntad y sigo haciéndolo cada día.
Bueno me voy que no he comido y trabajo de tardes.
Pues eso, que ya me he incorporado a la “normalidad” y estoy encantada. Continuará.
Besitos cariñosos

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