miércoles, octubre 19, 2005

Dune

Un amigo me evocó el otro día el mensaje de Dune el miedo mata la mente, el miedo es la muerte de la mente y por tanto de la vida”
Ese libro, o mejor, esa casi enciclopedia fantástica, influyó mucho en mi, en la forma de estructurar el pensamiento.
Me embobaba, entre libro y libro, pensando en el autor. Intentaba imaginar que tipo de persona y que espléndida cabeza había podido hilar una historia tan complicada y tan estructurada.
El primer volumen incluía un epilogo de términos, conceptos y castas, para que pudieras seguir una historia, que a pesar de su lío, te atrapaba desde el primer momento.
Tenía entre 17 y 18 años, me enamoré platónicamente de Paul Atreides, incluso amé su ser desagradable cuando la especia le convirtió en el Gran Gusano y lloré amargamente sobre el libro cuando murió.
Hubiera querido pertenecer a la casta sagrada de mujeres de esa sociedad y ser una Benne Gesserit, creo que mi espiritú se impregnó con su filosofía, intelectual y mágica a la vez, femenina y austera.
Ellas eran las Elegidas, cuidadosamente seleccionadas e instruidas, las que educaban a los hombres.
Creo que los volveré a leer el verano que viene, después de 28 años, a ver que impresión me produce
Cuando mi hija mayor tenía 1 año, vi los libros de oferta y los compré para cuando ella tuviera 17 años. Bueno tiene 18 y no los ha leído ( a pesar de mi propaganda), ni muestra intención de hacerlo ¡que le vamos a hacer!
Volveré al autor, Frank Herbert, era periodista, después de Dune, no hizo nada más que arruinar su vida con el alcohol e ir a parar a un psiquiátrico. Esto siempre me ha molestado ¿cómo alguien con una cabeza así, se arruina con el alcohol?
Gracias a Dune disfrute de la amistad y el cariño de tres huraños chicos, algo misóginos en su apariencia, pero al menos dos de ellos estuvieron encantados de mi amistad.
El tercero, era mi primo, que estaba celoso de perder esa “intimidad absurda de chicos”, que luego resulta que hablan de fútbol, de tías o de música.
Comentar Dune, me abrió sus corazones. Fue una bonita época.
Si podeis, leerlo

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