Describiría mi estado anímico-físico (en este momento) como en un pseudo-Nirvana emocional.
Físicamente me siento estupenda y ligera, en forma, incluso... exagerando un poco, ...hasta ágil.
Anímicamente, me siento buena, frágil, conciliadora, querida sin más y relajada.
Confortada, creo que sería un termino preciso para completar la definición
Tengo los sentidos alerta, incluso algunos de los que vagamente me acordaba. Es estupendo.
Si quiero empezar ya mi nueva etapa, que quiero, debo dar por zanjada la crisis y eso voy a hacer hoy mismo.
Mi compañero-hermano, no está de acuerdo, pero no dice nada, sólo insinúa.
También a él se le modifican las cosas si doy por terminada la crisis. Esto es como el billar. Gira una bola y....¡¡¡Carambola!!!
Ayer me dediqué la tarde, al llegar a casa prolongué la paz, mi sillón, la vela, el incienso (esta vez, tocaba “Hierba mística”)....Hasta que empezó CSI, claro.
Cada vez valoro y aprecio más los pequeños o grandes placeres sensoriales, el contacto afectuoso, esa mano fría o cálida, que te coge transmitiendo su cariño a través de la piel, de su herramienta.
Claro, lo malo, es cuando ese afecto no es reciproco, la situación entonces se vuelve rijosa, insidiosa, viscosa y todas las –osas posibles.
Vivimos miles de vidas en esta, ¡¡somos tantos cada uno!!.
Cuesta tanto descubrirlo y aceptarlo en uno mismo, que es Misión Imposible imaginarlo en los otros, en los de al lado.
Estoy encantada, en sentido literal.
Besos
martes, octubre 18, 2005
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